EL BALCÓN. 2016
Paseando un día por mi antigua calle, Matías Padrón, de Las Palmas de Gran Canaria, donde viví mi juventud, observé que la casa de Faustinita estaba totalmente tapiada, el dolor que sentí fue enorme, como si algo hubiese muerto en mí, pues esa casa estaba llena de vida, de juventud y de alegría.
En ella vivían tres hermanas, se oía música y las risas de sus habitantes, pero el tiempo pasa y la vida cambia en todos los sentidos. Es ahí donde se me ocurrió realizar el tema de las ausencias, en la que represento un mismo balcón en distinto tiempo que se va vaciando poco a poco de sus personajes.
En el primer balcón están las tres hermanas y con las hojas de la ventana abierta de par en par, un día de domingo. Una de las tres está apoyada en el murete, expectante a la llegada del novio.
En el segundo falta una de las tres y una de las hojas del balcón está a medio cerrar.
En el tercero ya una de las hojas del balcón está cerrada y queda solo una
figura que se apoya en el murete del balcón, no expectante como la primera, sino con resignación.
El cuarto balcón, tal como lo vi, tapiado, fue el que me inspiró esta obra.
4 piezas de acero y hierro fundido.
25,5 x 28 x 17 cm. c/u.