UNA VIDA. 2011

UNA VIDA Últimamente toda la obra que hago está relacionada con mis vivencias, con sucesos que de alguna manera han dejado huella en mí. Así surgieron “Lugar de encuentro”, “Mi barrio”, “Solidaridad”, “Laberinto” o “Conversación”.

En este momento acabo de terminar un proyecto que hace mención a una serie de vivencias relacionadas con cosas que fueron y son importantes en mi vida. El proyecto está pensado para resolverlo a lo largo de siete puertas o espacios separados por muros colocados paralelamente unos a otros. Es en esos espacios donde se van desarrollando las diferentes etapas vividas por mí.

La composición consta de treinta y cuatro figuras que representan a otros tantos personajes que en mi vida fueron y son importantes, es un viaje a mi interior, recuerdo en la memoria, recuerdo en el tiempo. Estos personajes son el hilo conductor del que me valgo para contar una historia, pero aunque obedece a una narración, los valores estéticos se complementan, interesándome por los valores plásticos, su tratamiento, el espacio y el tiempo. Trato de no dar ninguna concesión a lo anecdótico para no distraer el conjunto, dándole a la obra un carácter atemporal. Es una búsqueda interior desde el silencio y el diálogo conmigo mismo sobre los personajes, esperando una respuesta de ellos a través del material.

Esta obra está inspirada en mi vida, aunque el espectador puede perfectamente hacerla suya, pues hay elementos comunes que nos unen como es el nacimiento, la infancia, el destino, que sólo tú eliges, personas que entran en tu vida, otras que se van, el amor, la amistad. Personajes creados en la memoria y en el recuerdo del tiempo porque, recordar, sentir, pensar y crear es el mismo acto.

La obra está creada para ser materializada en hierro, por su solidez, peso y oxidación, (tiempo). Todo comienza con un gran cubo que representa la puerta del nacimiento. Este cubo tiene una abertura vertical. Y concluye con otro cubo de idénticas dimensiones que representa la puerta del más allá. Entre ambos cubos el espacio está articulado por puertas que representan distintos momentos de la vida. El espacio entre la última puerta y la segunda caja está vacío representando lo que queda por vivir. La composición ocupa unas dimensiones en el espacio de cuarenta metros de largo, por dos veinte de alto, por ocho de ancho. Una característica en esta composición es el papel que tiene el visitante que, al entrar en el espacio compositivo, forma parte, él también, de la escultura, dándole movimiento, como esas personas que cada día entran y salen de tu vida.